Entre un 30 y 40% de los alimentos que se producen en el mundo se pierden o desperdician cada año. Estas cifras representan uno de los principales obstáculos en la meta por alcanzar la seguridad alimentaria y un mundo con Hambre Cero, pero también implican enormes pérdidas económicas para productores, grandes minoristas y consumidores. 

En un escenario global dominado por las disrupciones logísticas, los avances del cambio climático y la incertidumbre económica, las empresas pueden convertirse en importantes agentes de cambio en la transición hacia un modelo de producción sostenible. Para lograrlo, se deben conocer estrategias y acciones a emprender para transformar los modelos productivos.